Un título de gráfico

La verdad detrás de la industria tecnológica

Más allá de los estereotipos cinematográficos


Autora: Lorena Sánchez Osorio


Desde hace varios años la industria cinematográfica se ha encargado de mostrarle al mundo cómo se ven, cómo trabajan y cómo piensan algunos sectores que no habían llamado mucho la atención históricamente ; sectores como la publicidad, la medicina, y el que está de moda en la actualidad, el de tecnología y del cual les vengo a hablar.


En este sector nos han mostrado que hay un grupo de personas que antes estaban detrás de los escritorios más feos, más desordenados y más escondidos de las organizaciones, generando códigos indescifrables para salvar la humanidad. Y ojo, que todo se hacía con la velocidad de un conteo regresivo de una bomba que podría explotar. Nada más lejos de la realidad.

Ahora nos están mostrando que no, que así no era. Que ahora la pasamos tirándonos de toboganes, jugando ping pong en unas oficinas cool, y que ese es nuestro atractivo. Y no, tampoco es así, es importante aclarar que sí somos una industria creativa, pero la creatividad también se gesta de manera individual. Me explico: crear para mí es tomarme el tiempo de pensar acerca de un dolor que la industria debe atacar, leer acerca del tema con calma y concluir con llamados a la acción (debo confesar que esto ha sido un reto y hablaré después del tema). Crear para “Pepito” puede ser descansar hasta lograr ese punto iluminado que le permite llegar a la solución, y para “Sultanito” puede ser la consecuencia de descansar la mente jugando. ¿Quién está bien? Honestamente, todos. Lo que está mal es creer que, por que pertenecemos a una misma industria, concebimos las cosas de la misma manera, y no es así. 

Somos una industria con personalidades diferentes, con enfoques diferentes, con especialidades diferentes que desarrollan formas diferentes para crear, y allí está nuestra magia. Cuando dejamos ser libres a quienes trabajan en esta industria, es donde encontramos el equilibrio en nuestros equipos. Esto poco a poco se ha ido entendiendo, y es por esto que pueden ver que nuestras oficinas pueden ser diferentes, que no hay códigos de vestuario, y que nuestro objetivo siempre es el valor que pueda desarrollar la persona y no lo que quiere mostrarle al mundo. 

Aquí estoy para contarle al mundo lo que somos y, sobre todo, lo que NO somos los ingenieros de la industria de la tecnología. Crecimos sin voz por una personalidad impostada que nos dieron en una construcción social, ahora es importante salir y explicarle al mundo quiénes somos.




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